jueves, 19 de diciembre de 2013

¡¡¡Otra vez Navidad!!!

Desde siempre me ha gustado Navidad. Me gusta tanto, tanto, que ya desde el 18 de septiembre empiezo a disfrutar... en serio! Es que el tiempo pasa más rápido desde las Fiestas Patrias, y qué bueno porque así llega Navidad pronto. Me gusta diciembre, porque en este mes se reúnen varias fechas importantes: el cumple de mi mamá, de la tía Amalia, del tío Nano, mi cumple, la Navidad, el Año Nuevo...es un gran cierre de año, es un gran resumen, se acaba todo, y se vuelve a escribir la historia desde un nuevo punto de partida, que en esta ocasión será el 2014. Me gusta todo eso.
Cuando era chica me daba tanta alegría que me daba cosa en el pecho. Nosotros no teníamos arbolito al principio, pero mis abuelos sí...y era una emoción muy grande ir allá y ver las lucecitas de colores que se prendían y apagaban y las esferitas de vidrio que colgaban del árbol...tan delicadas, ¡si se caían se pulverizaban!

Recuerdo a mi tía Estela, que por motivos religiosos no celebraba Navidad, por lo tanto no hacía arbolito...pero ella ponía un clavo en la pared y a partir de ahí proyectaba unos hilos de lana verde que parecían un árbol navideño...eso lo hacía por sus hijos y nosotros sus sobrinos lo disfrutábamos mucho.

Mi mamá dirigía el negocio de abarrotes de la familia así que en Navidad había harto que vender, por lo tanto nosotros aprendimos a envolver regalos y vender bebidas y cassatas para el ponche que preparaban nuestros vecinos en casa. Nos cambíábamos de ropa más tarde, pues estábamos todos muy ocupados vendiendo cositas que la gente compraba para hacer regalos. Juguetes, perfumes, galletas, chocolates, cosméticos, tarjetas... En aquellos años oíamos los soliloquios de Belén de Giovani Papini, que transmitían en Radio El Conquistador, de Santiago. Después cenábamos más bien tarde y salíamos a ver a los abuelos y a los tíos y primos. Éramos vampiros pascueros jajaja.

Desde chica recibí tarjetas de Navidad de parte del tío Francisco y la tía Osiris, que han vivido en muchas partes del mundo con mis primos Pavel y Yuri. Esas tarjetas las quiero tanto que todavía las conservo y creo que algunas frases que ellos nos escribieron me las aprendí de memoria. 


También recuerdo los cassettes de mi primo Alfredo con todos los familiares nuestros que viven en Brasil (tío Tito, tía Flor, tío Pato y toda la familia extendida...una gran tribu) Nosotros grabábamos también cassettes y los enviábamos allá. Y nos dejábamos una copia para reírnos de las tonteras que decíamos de chicos. Hasta ahora repetimos eso para congraciarnos con la nostalgia.

Mi papá trabajaba en Chilectra y teníamos una fiesta Navideña hermosa para los hijos de los funcionarios. Nos daban regalos ahí, y celebrábamos en el querido estadio que pertenecía a la compañía en ese entonces. Montaban una carpa gigante y veíamos circo, o títeres...era mágico.

A veces mamá lloraba porque extrañaba a mi abuelita Estela. Ahora me toca a mí extrañar a mi madre también... anhelar que estuviese aquí. Pero este año soy afortunada, ya que estaremos los hermanos juntos con mi papá. Tampoco están el abuelo, ni la tía Estela. Ni mi prima Chabela, ni el tío Omar. Pero una vez tuvimos un Año Nuevo en Calera de Tango con estos dos últimos... bailamos y bailamos y estaba lleno de primos y tíos...fue genial.

A veces mi cumpleaños pasa piola o bien es una gran fiesta hasta con concierto incluído...depende de la promoción que haga porque si no me promociono, todos se van a otra fiesta ya que hay mucha oferta!

Pero más que toda esta historia, que es mi pequeña historia, está La Gran Historia que comenzó con humildad y sin fiestas en un pesebre olvidado...un comienzo pequeño para el hecho que cambió toda la historia de la Humanidad. Dios le grita al mundo de Su Gran Amor al venir a nacer entre nosotros. Nunca ha dejado de asombrarme ese hecho y creo que ninguno de los bellos recuerdos que tengo de estas fechas tendría sentido alguno si no fuese porque nació el Salvador, mi Señor Jesús. Ojalá hubiese tenido tanta suerte para haber presenciado todo aquello. Pero aunque mi vista no lo vio, ni mi oído lo oyó, ni siquiera lo imaginé...lo tengo. En mi corazón tengo ese momento y es mío. ¡La Navidad ya está aquí! De noche, sólo con las luces navideñas respiro y me detengo a dar gracias y a disfrutar. ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios son bien recibidos!

Sería más fácil callarlo...

...pero sería lo más mezquino también. Me he topado con el referente más alto de amor que conozco... ¿cómo se entiende el amor sin compartirlo?