viernes, 22 de enero de 2010

Amar es un arte

La inolvidable Nadia Comaneci. Cuánto la admiré de chica. Recuerdo las clases de gimnasia rítmica que tuve en mi colegio, soñábamos con parecernos a ella. En mi calle, muchas niñitas hacían "la araña", "la voltereta" y otras piruetas, desafiándose entre ellas. Después en la media, también tuve a un par de compañeras que siempre disputaban el título de la mejor en salto de caballete. Eran geniales. Yo tenía temor de los saltos, prefería las rutinas de gimnasia rítmica, la música mezclada con la agilidad y belleza de motivos danzísticos. Una vez competimos en las cintas y los aros. Hoy, y aunque no veo mucha tele, trato de no perderme cuando aparece la gimnasia rítmica en competencia. Sencillamente no me canso de admirar esa disciplina. Que bueno que me la presentaron mis jugadas profes de básica en la escuela en Quinta Normal. Para variar: profes jugadas, ni siquiera eran de gimnasia, sino de educación general básica, pero rayaron con la Comaneci y nosotras nos creímos el cuento olímpico.
Lo más admirable de la gente que es seca para su trabajo, como la Comaneci, es que cuando uno la ve, parece que todo fuera tan fácil. Es lo mismo con los músicos, o los expertos en cualquier disciplina. Les sale tan fluido, tan sencillo. ¡Y uno se motiva! En tiempos del Chino Ríos, las calles estaban llenas de chiquillos con "raquets". Pasa lo mismo cuando escuchas a tu músico favorito, y tienes guitarra, o algún otro instrumento, te quieres parecer y pasas un buen rato persiguiendo acordes extraterrestres, patrones extraordinarios, y los practicas entre suspiros y esfuerzo... el placer se te hace esquivo en ese momento, porque cuando practicas, calculas recién que la cosa no era tan fácil. A lo mejor te inscribes en un curso, tomas un profesor particular y le pagas por un tiempo, practicas, luego el trabajo o el estudio te copa el día, y tus heroicas ganas de dominar el arte quedan de nuevo relegadas al segundo plano. Conversas con tus amigos que se parecen a ti, esnobeas un rato, y ya está. Sería otra temporada. Hay algunos de estos aficionados que alguna vez logran dejar su quehacer principal por su amado arte. Son los menos, eso sí. Sabemos que son los menos.
Tenemos que admitir que amar es lo mismo. Amar es un arte. Y aunque suena a paráfrasis de cliché, admitamos que, en las relaciones humanas, el conflicto es innerente a las personas y por ende relacionarse no es tan fácil como parece. Este hecho demuestra por una parte que no somos iguales, y que es imposible uniformizar a la gente. No se puede porque dejan de ser personas. Por lo tanto, amar se hace difícil. Amar sin faltarse el respeto a uno mismo, por ejemplo. Eso no es fácil. Tanto para los agresivos como para los suicidas, los que golpean como los que reciben golpes en nombre del Amor...hay tantos, y esa cantidad de tantos también demuestra que amar no es sencillo. La pregunta es ¿por qué pensamos que debiera ser natural, o fácil, o gratis saber relacionarse con la gente? ¿por qué no se toman clases de amar? ¿por qué no puedo ir a un experto y preguntarle cómo lo hace? ¿por qué puedo admitir que me enseñen matemáticas o química, pero no admito ni acepto que me enseñen a conversar, a mostrar interés sin abrumar, a aceptar a la gente cuando me dice que no?¿por qué puedo tomar en serio la teoría de la evolución, pero cuando me hablan de amar, sólo puedo contestar con un chiste, protegiéndome de mostrar interés en siquiera mencionar el tema? Pero insisto: amar es un arte. Y uno muy elevado, pero al mismo tiempo accesible. Si se toma tan en serio, con tanta disciplina, se puede aprender a amar. Anótense en un curso, sin esperar más. Llénense de ganas, sin procrastinar. Hablen con el Maestro Jesús, pregúntenle como amó al mundo que lo rechazaba colgándolo de un madero que en esa cultura era para los malditos y criminales. Pregúntenle sin temor, como amó a Judas, a quien todos escupiríamos por traidor. Pregúntenle a Jesús, como amó a esta bloggera, siendo enemiga de su cruz en un tiempo, declarando ahora que "Mayor fue Su Amor"... pregúntenle al Maestro y les dará cátedra viva, como a mí.

Sería más fácil callarlo...

...pero sería lo más mezquino también. Me he topado con el referente más alto de amor que conozco... ¿cómo se entiende el amor sin compartirlo?