martes, 4 de noviembre de 2008

A propósito del pesimismo de los inteligentes

Como nossos pais (Elis Regina)
Como nuestros padres
Un colega amigo muy querido se sienta al lado mío en el computador y me comenta lo difícil que viene la situación económica. Su tono de "la lava viene para acá" es de absoluta cordura. Me siento casi absurda al pensar en decirle algo diferente, no sé, me nace hablarle de la esperanza que tenemos los que confiamos en Dios todopoderoso... porque parece que ser más positivo fuera para los idiotas. Claro, muchos inteligentes hasta terminan suicidados. Nunca me olvido cuando a los 10 años, cuando mis papás me presentaron la música de Violeta Parra, me quedé muy impresionada al saber que se quitó la vida. "¿Pero cómo?", me preguntaba sin comprender. Ahora voy comprendiendo.
Otros escogen el suicidio más lento. Elis Regina, la voz patentada del Brasil es una que se apagó también producto del desesperanzado fin de la muerte por sobredosis de drogas. Algo me dice que no hubiesen tenido ese genio si no hubiese sido por ese tono de desesperanza. Billie Holliday... ¿Cómo hubiese podido cantar así, si no hubiese sido por su agudo dolor? Veo que mi mente también encuentra sentido en que los inteligentes no pueden ser más alegres. Saben demasiado como para hacerse los desentendidos. O quizá sería falta de honestidad para ellos parecer más felices. Sentirán culpa de sonreir en medio de un mundo que sufre.
La conclusión lógica del pensamiento humanista es la desesperanza, el pesimismo. Un inteligente que piensa que todo parte y termina en sí mismo, que el hombre es la medida de todas las cosas, no puede menos que entristecerse, pues a su vista no queda esperanza. ¿Qué esperanza va a haber, si él mismo está conciente de las profundas grietas del alma humana? ¿Cómo va a creer en algo mejor, si le vale más lo que tiene a la vista: decadencia, fallas, traiciones?
Cualquier intento de optimismo es entonces una burla, es ser loco, tiro al aire, light. Ser soñador, utópico, místico... el inteligente mira al optimista de buena fe, mueve la cabeza, se encoge de hombros y dice "Que bien por tí" y sigue su camino mordiendo la crítica que sale de su corazón de manera natural.
Pero la esperanza de los que creemos en que HAY MÁS SER QUE EL HUMANO es distinta. Si hay Dios, Dios infinito, hay esperanza porque hay respuestas fuera del hombre. Y no son cualquier respuesta. Estamos hablando de las respuestas del Dios infinito, todopoderoso, personal, que está ahí. Hay MÁS QUE EL HOMBRE COMO SER en el universo. Y eso cambia todo. El universo no es más una máquina que no se detiene jamás, que amenaza cruelmente nuestro exterminio, como si no pudiésemos hacer nada. Hablaremos más de esto. Pero por ahora declaro racionalmente: hay esperanza para los seres inteligentes, creados a la imagen y semejanza de un Dios aún más inteligente, que pudo hacerlos a ellos, no al azar, sino por la razón más elevada de la voluntad inteligente: el amor.

2 comentarios:

  1. u.u gracias Cristina por tus palabtras y mas gracias le doy a Dios por haberlas puesto en tu corazon, de verdad me han impactado en mi corazon me han hecho reflexionar de verdad gracias

    Cuidate, Bendiciones.


    PD:Preparate Pronto vendra todo lo que tu sueñas Dios es fiel y no te va ha dejar, solo espera tu momento.



    (MarviN)

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Comentarios son bien recibidos!

Sería más fácil callarlo...

...pero sería lo más mezquino también. Me he topado con el referente más alto de amor que conozco... ¿cómo se entiende el amor sin compartirlo?