No se trata de conformarse con ''el mal menor'' o mantener el ''consuelo de tontos'' al compararse con el más sufrido, pero de verdad creo que todos los chilenos vivos debiéramos andar "con carita de cumpleaños". Felices, cantando o silbando, agradecidos, respirando con ganas, caminando firme, gastando toda la fuerza con la que contamos cada día. Cierto, se sufre, se pone cuesta arriba, te duele todo, uno se cansa, es verdad. Pero también hay que recordar que lo más probable es que somos nosotros los que elegimos de una otra forma los caminos de nuestras vidas, y podemos hacerlo muy a menudo. Entonces no me cuadra cuando alguien que viene cansado de su día se queje tanto, porque la mayoría de las cosas las eligió el mismo. Entonces aquello de "me levanté solo por ésto" o "no sabes lo que me costó llegar" o "no es fácil llegar donde estoy", entre otros parches, están de más. No vienen de la alegría, ni de la victoria que significa haber elegido todo lo que se hace y haber llegado aunque sea parcialmente a la meta diaria, sino más bien parecen "quejarse de lleno", y eso es un arma de doble filo porque tiñe de mediocridad los logros de la vida, aplastando tu sentido de valor por el esfuerzo y a la vez desanimando a los que te observan. Sí, porque si aún las victorias suenan a derrota, entonces todo se relativiza, por eso muchos ladrones prefieren ser eso que trabajador honesto, porque los trabajadores honestos muestran la honestidad como una tontera que alguien les impone, como una esclavitud cínica que "en verdad no pidieron", pero que igual los hace mejores que los ladrones. Yo creo que hay que casarse con algo. Entonces o eliges ser descarado con ganas o eres honesto lleno de alegría. Primeramente porque hay que rescatar (o, como decimos los discípulos del Maestro Jesús, hay que "redimir") la alegría de elegir la vida propia (sí, eso es motivo para alegrarse) y para que quede claro a todos que la libertad se hizo para gozarla y no para sufrirla.
una amiga decía que el problema de los chilenos es que el trabajo lo sufren en vez de disfrutarlo. Sin duda, bastante de eso hay... Por mi parte he pensado la sig., frase para el bronce: "Nos hacemos infelices cuando lo malo que nos pasa lo consideramos inmerecido y lo bueno lo tomamos como algo normal".
ResponderEliminarAun entendiéndolo así, en la vida cotidiana se nos hace sumamente difícil vivir una vida alegre, estoy tratando (como ves) de entender por qué y cómo mejorar...
Atte. Rubén